La historia del fantasma del desván:
<<Lentamente fui subiendo cada escalón de aquellas escaleras mientras no dejaba de preguntarme por qué demonios lo estaba haciendo. A lo lejos en el desván no dejaba de oírse un crujir de madera, de manera constante y pausada. Mi curiosidad me empujaba cada vez más arriba, pero mi mente no dejaba de recordarme con la mayor nitidez posible cada palabra de las historias que mi tío nos contaba en las acampadas... historias procedentes de desvanes vacios y de fantasmas errantes, historias que siempre terminaban en el desván de la casa de los abuelos... historias que me habían provocado tal temor que nunca había conseguido subir allí arriba yo sólo y menos aún con los escasos rayos que dejaba el atardecer que precedía a la oscuridad de la noche.